Reseña Literaria: Los 10 libros de Arquitectura. Vitruvio.

He decidido reseñar otro clásico de la literatura, a Los 10 Libros de Arquitectura (De Architectura Libri decem, en latín), por el célebre arquitecto, ingeniero y militar del primer siglo, Marcus Vitruvius Pollio. Es casi el único libro que se ha mantenido intacto desde la era clásica (también están los Comentarios a las Guerras de la Galias, de Julio Caesar, por ejemplo) y Vitruvio es uno de los más grandes esculpidores del renacimiento, por haber satisfecho la sed de lo clásico, lo latino y lo griego.
Este tratado de arquitectura está dedicado al primer emperador de roma, Augustus, y Vitruvio se rectificó de esa manera como el primer arquitecto latino en haber dejado escritas las reglas generales sobre la construcción privada, pública y militar clásica de origen latino, o mejor dijo, emulada de los aqueos y los griegos.
No quiero excederme más en referencias sobre la historia imperial romana, pues este artículo es en realidad una reseña literaria.
Es relevante no confundirse y pensar que se está leyendo al mismo Vitruvio con estos libros, de cierta manera las copias actuales, han sido traducidas desde el latín a muchas otras lenguas, durante muchos siglos. Incluso las copias matrices de la cuales se toman en latín los párrafos originales de Vitruvio, en su mayoría, son transcripciones de transcripciones. En su totalidad, todos los anexos de planos y gráficos geométricos del propio Vitruvio, han sido reconstruidos basados en las exposiciones explicativas dentro del mismo tratado. Lastimosamente, muchas veces es difícil interpretar lo que abstractamente Vitruvio describe.
En efecto, las partes de este libro son reflexivas, Vitruvio se define (y a su ciencia) como un conjunto de conceptos naturales, para él la arquitectura (y todo lo que valga la pena) deben ser imitaciones del mundo real. El famoso Hombre de Vitruvio de Leonardo Da vinci, nace de las comparaciones empíricas de la proporción humana de nuestras partes: un pie equivale a tantos dedos, el torso equivale a tantos pies de largo, etc. Por lo tanto, la arquitectura de Vitruvio es una equivalencia de proporciones en todos sus niveles, tanto en materiales, en diseño, en dimensiones y en artes mixtas. Lo que personalmente más me agrada de Vitruvio, es que se define tan artista como pragmático, todo acorde a un fin y a una utilidad, él argumenta que la belleza debe ser coherente con la obra y caso específico. Vitruvio es tan arquitecto, como ingeniero, como artista, como legislador, como administrador.
Aunque el término no lo valga, Vitruvio era obviamente un aristócrata, fue entrenado en su juventud en todas la ciencias como un caballero clásico, y por ende, su variedad de conocimientos, era gigantesca. El libro habla muy detalladamente de la construcción, ciencias naturales y reflexiones sobre el universo. Vitruvio cita pertinentemente todos los casos y personajes en los cuales basa sus reglas de arquitectura, y además carga de jugosos relatos y anécdotas a los párrafos, para mantener interesado al lector. Y así va el libro, imitando olas de una playa, ondas y picos de intensidad, lanzando tratados extremadamente técnicos, para luego disponer de historias graciosas. Creo que es la intención del texto, mantener al lector conectado en los pasajes y hacerlo reflexionar mientras tanto.

Hombre de Vitruvio..
Lo particular de este libro, es que mientras lo vayas leyendo, te verás obligado muchas veces en dibujar abstractamente lo que se expone en tu mente, y en ciertos casos, no podrás evitar usar lápiz y papel para lograr comprender lo que Vitruvio conversa. Además, la terminología es extensa, griega y rara, un diccionario digital (del Google, por ejemplo) te será una buena herramienta para la lectura. Entonces, este libro no se lee como el resto, y se diferencia en esto de los demás, te hará retroceder y asegurar notas de páginas ya que ciertos capítulos te parecerán de suma importancia (y aplicables a tu vida diaria).
Siendo más específico con el contenido, el libro va desde el inicio de la arquitectura clásica del hombre, cuáles son todos los materiales de construcción, historias latinas, qué es la naturaleza, cómo emplazar ciudades, murallas, cómo son los órdenes de la edificación y sus reglas, las leyes sociales de construcción, la luz natural, el curso del sol, los vientos, las proporciones, usos, cimentaciones, teatros, baños, templos, etc. Todo esto nutrido desde la filosofía clásica natural y de las reflexiones sobre qué es la vida misma. Para Vitruvio, el humano y la arquitectura, son básicamente el árbol y la raíz, uno nace el otro, y se nutren en una simbiosis, a la vez, para ser la misma cosa.
Creo que todos los arquitectos, ingenieros civiles y constructores harían bastante bien en leer este libro para desarrollar una lógica deductiva entre la belleza, el uso y los costos. Muchísimo de estos componentes se han perdido con nuestra industrialización actual, y peor aún, se ha rechazado al máximo lo empírico, lo natural y las proporciones. Por experiencia personal como ingeniero, puedo asegurarles que más de una vez en obras de construcción, se han paralizado las actividades, para que una tal oficina técnica pueda analizar y calcular desde un ordenador un elemento estructural; lo que a Vitruvio, basado en su empirismo de las proporciones, le hubiera tomado cinco minutos. Lo mismo pasa con la mezcla de materiales, y el excesivo uso energético de bombas hidráulicas.
Justamente, Vitruvio hace buenos tratados sobre los fluidos (teorías que eran mucho más avanzadas de lo que yo me imaginaba para la época, son remarcables los conceptos de presión e hidráulica que ya tenían cuando ni existía la ecuación de Bernoulli) y son nociones que aún están vigentes en la actualidad, a más de uno, como ya dije, le sería útil conocerlos, para entender a los gases y al agua dentro de la naturaleza, y adecuar su recolección y uso.
Después, Vitruvio hace profundas reflexiones sobre la naturaleza, la sociedad, el mundo y los cuerpos celestes, creo que después de leer a Vitruvio, tendrás una consideración mucho mejor de qué es el sol y su curso, sobre la inclinación del eje terrestre, del septenio (el norte), las constelaciones y su movimiento, y sobre el curso de la luna (y los planetas) durante los meses del año (y años). Verás como por noción natural, casi siempre se llega al calendario juliano (de Julio Caesar, que después fue modificado por la iglesia católica) y la determinación de la hora como unidad básica del día. Pareciera que antes de este libro, muchas de las unidades de medición eran al azar, pero con su lectura, verás cómo la filosofía y astronomía natural elemental, coincide en esos valores.
Obviamente, muchas de las reflexiones de Vitruvio ya no son vigentes, sobre todo la repetida teoría de que todo está conformado por medidas de fuego, tierra, aire y agua. Sorprendentemente, esta filosofía sirvió (y sirve) bastante bien para explicar el manejo de la humedad y de la termodinámica en los materiales, así que supongo, que la validez de estos conceptos aún podría ser considerada (como máximo) parcial.
Finalmente, el tratado de arquitectura cierra con máquinas de todo tipo (hidráulicas, medidores, grúas, etc.) y un específico tratado de artillería y mecanismos de guerra. Cualquiera que hoy en día tenga las herramientas y poder físico suficiente, más un enemigo odiado al cual detestar, podría construir un escorpión o una catapulta para aplacar a sus disidentes, y si no lograra herirlos, al menos sabría el tiempo que fue invertido en el plan.
Como cierre de esta reseña literaria, recomiendo totalmente este libro a interesados por las ciencias naturales, a artesanos, a personas con interés creativo. El tono de Vitruvio es humilde y aristocrático (la paradoja de siempre), sus reflexiones, leyendas y anécdotas son un verdadero placer, y como lector, aprenderás que la tierra ya era redonda desde hace mucho. Y no, Cristóbal Colón no fue enviado a las américas para probar algo que ya Vitruvio y medio mundo sabía desde hace centenares de años atrás. Así que puedes llamar a tu vieja maestra y decirle con toda seguridad: “Vitruvio y los griegos dicen que estás equivocada, la tierra ya era redonda como una naranja cuando Colón” y le cuelgas el teléfono, una perfecta venganza .

Hombre de Vitruvio.. Un poco más actual.
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Marcos San Juan.